BIENVENIDOS

Las historias sobre Ciencia y el medio ambiente, tienen un impacto directo sobre la vida de las personas. Escribir con claridad sobre la complejidad de estos temas, es seducir a todos los públicos sin perder un ápice de rigor periodístico. Tras un tiempo de sequía periodística, vuelvo retomar el blog, con la frecuencia de antaño. Sin embargo, en la vida surgen sorpresas y oportunidades en lo profesional que te hacen cambiar de rumbo.

viernes, 31 de julio de 2009

ARQUITECTURA DE LA EDUCACION SUPERIOR EUROPEA Y LA COMPETENCIA DENTRO DE LA REESTRUCTURACION DE LA UNIVERSIDAD- I PARTE


Intentamos desarrollar unas reflexiones sobre la Educación; y en particular sobre algunos aspectos de la evaluación de la competencia dentro del proceso de cambio y reestructuración de las Universidades, del denominado Espacio Europeo de la Educación Superior. Entender, hasta donde sea posible cual es el papel de la educación por COMPETENCIAS y los supuestos en los que se basa el Informe del Proyecto Tuning; para lo que dividimos este articulo en III partes, para su mejor desarrollo y entendimiento

Nos hemos percatado que esta perspectiva o “enfoque por competencias” se ha impuesto en la agenda de discusiones de docentes, administrativos y sostenedores de la educación; en la oferta académica de las universidades así como en sus procesos de acreditación. Radica el deseo de lograr aprendizajes que “contribuyan positivamente a una variedad de tareas e intereses personales y nacionales, entre ellos: la formación para una ciudadanía más activa; la promoción y ejercicio de los derechos humanos y los valores democráticos; y la obtención de competencias necesarias para facilitar la inserción de los jóvenes en el mundo laboral”

En la última década del siglo XX; se intentó definir el “enfoque por competencias” como herramienta para enfrentar la evolución del mundo, de las fronteras, de las tecnologías, de los modos de vida, demanda una flexibilidad y una creatividad crecientes de los seres humanos para enfrentar la vida en el contexto urbano en torno al trabajo. El problema de las políticas educativas de los gobiernos europeos era enfrentar el desafío de formar ciudadanos preparados para los problemas que impone la sociedad de la información.

Luego de realizar una revisión bibliográfica nos situamos en el concepto del sociólogo PERRENOUD quien define el enfoque por competencias como la exigencia de una nueva actitud ante la labor educativa, de quienes crean los currículos. Este autor dictamina, que solo se tomará en cuenta cuando se lleve al campo de las políticas oficiales y sea obligatoria su práctica de la enseñanza. Esto sugiere que los docentes, en su mayoría, no están capacitados para asumir un cambio que redefine su rol y pone en cuestión sus propias competencias profesionales.



PERRENOUD califica de utilitarista aquella visión que define la idea del colegio para aprender “cosas directamente útiles en la vida”; perspectiva que nace de la actividad empresarial y de los negocias, y contrasta con la visión de una escolaridad más amplia, sostenida por profesionales humanistas. En suma, el enfoque por competencias pone en tela de juicio desde la cultura escolar hasta la práctica docente, y deja en evidencia las distancias culturales entre países y continentes, cuestionando su funcionalidad en un contexto global en que la sociedad de la información no proporciona igualdad de oportunidades ni entrega bases materiales comunes para su implementación didáctica.

Entre sus rasgos distintivos podemos encontrar: a) correlacional, debido a que vincula diferentes tareas, atributos y habilidades dentro de una estructura conceptual; b) holística, debido a que reúne una multitud de factores con la finalidad de encontrar aquellos que expliquen, por ejemplo en el contexto de la vida adulta, el desempeño exitoso, concentrándolos en tareas profesionales; c) contextual, ya que la competencia tiene sentido y se relaciona con el contexto social y cultural en que se desarrolla el desempeño profesional exitoso. Se espera que los estudiantes adquieran la capacidad de construir conocimiento (saber) y administrar sus procesos de aprendizajes; que se desempeñen eficazmente en la resolución de problemas o en la aplicación de sus conocimientos (saber hacer); y que se integren de manera eficiente a la vida profesional y al ámbito social (saber ser).

Para FRANCOIS LASNIER Doctor en Medición y Evaluación, asesor en investigación educativa del Gobierno de Québec, una competencia es un “saber hacer complejo resultado de la integración, movilización y adecuación de capacidades (conocimientos, actitudes y habilidades), utilizados eficazmente en situaciones que tengan un carácter común”. Para éste autor los elementos fundentes de una competencia son: un saber complejo, ya que es el resultado de la integración de elementos que permiten realizar tareas complejas; un saber integrado, ya que los componentes de las competencias tienen que estar relacionados sistémicamente; las situaciones en que se desenvuelven las competencias poseen un carácter particular, ya que una competencia no es generalizable a todas y cualquiera de las posibles situaciones de desarrollo; una competencia es adecuable, ya que ella activa las capacidades y habilidades pertinentes a la situación y tarea específica. En este marco, las competencias son un saber hacer complejo que integra capacidades.

Los principios de las competencias según LASNIER son: globalidad: los elementos de análisis de una competencia en referencia a una realidad global. Destaca el rol que toma el docente en el proceso de aprendizaje y su capacidad de dar intencionalidad al proceso mediante la formulación de planificaciones en distintos niveles respecto de los objetivos curriculares, de modo coherente con los principios generales de las competencias, proporcionándoles un sentido integral a la evaluación como parte de este proceso.


La definición de XAVIER ROEGIER, investigador belga de la Universidad Católica de Lovaina, define competencia como “una posibilidad, para un individuo, de movilizar de manera interiorizada un conjunto integrado de recursos en vista a resolver una familia de situaciones problema”. En esta perspectiva, una competencia se entiende como una situación operativa que se da en un contexto real, en que se desenvuelven, movilizan, y/o transfieren conocimientos y capacidades cognitivas. Considera que la integración es la piedra angular de este enfoque y que el desarrollo de las competencias exige el despliegue de una variada gama de capacidades movilizadas en torno a una situación concreta y real, apelando a la realidad social y cultural de los estudiantes.

GUY LE BOTERF, Doctor en Sociología, Licenciado en Ciencias Económicas, representa una dimensión experimental en este enfoque en el campo de las competencias laborales y profesionales. Para LE BOTERF, una competencia es una síntesis de recursos de orden cognitivo, procedimental y actitudinal, exponiendo la idea de competencia como la movilización de recursos en situaciones reales y tareas concretas. El autor plantea que una competencia es “un saber actuar, es decir un saber integrar, movilizar y transferir un conjunto de recursos (conocimientos, saberes, aptitudes, razonamientos, etc.) en un contexto dado para enfrentar diferentes problemas o para realizar una tarea”

La vertiente anglófona (foros) del debate surge la definición de competencias clave, fundamentalmente inspirada por las definiciones políticas de la World Conference on Education for All, realizada en Tailandia en marzo de 1990. En ella se promueve que “todas las personas… se podrán beneficiar de las oportunidades educativas diseñadas para satisfacer sus necesidades básicas de aprendizaje. Estas necesidades se refieren a los instrumentos del aprendizaje (lectura, escritura, expresión oral, cálculo y resolución de problemas) y a los contenidos básicos de aprendizaje (conocimientos, destrezas, valores y actitudes) requeridos por los seres humanos para poder sobrevivir, desarrollar todas sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar su calidad de vida, tomar decisiones debidamente informadas y continuar aprendiendo.”

Los filósofos CANTO-SPERBER Y DUPUY, las competencias clave son verdaderas disposiciones fundamentales para vivir bien y disponer de la capacidad de actuar en contextos diferentes. Se consideran fundamentales para el “buen vivir” a lo largo de la existencia, y tienen una dimensión cognitiva, procedimental, pero sobre todo actitudinal. Se consideran como competencias basales para el desarrollo del individuo, por tanto tendrían un carácter de “básicas”, y su principal característica es que son beneficiosas para la vida social

Para BERNARDO REY, el adjetivo de “transversal” no hace alusión a los elementos comunes de las diferentes competencias específicas de las materias, sino que a los aspectos complementarios e independientes de las materias o disciplinas, que permiten su utilización en otros campos del conocimiento, rompiendo con la especificidad disciplinaria, promoviendo la multidisciplinariedad o la transdisciplinariedad. El carácter flexible y transferible de las competencias genéricas las transforma en instrumentos que permiten llevar a buen término tareas o problemas específicos, en situaciones temporalmente cambiantes, donde las competencias relacionadas con materias específicas (disciplinarias) duran poco.

En el contexto educativo, lo actitudinal está vinculado a competencias personales como la motivación, creatividad, honradez, escepticismo, entusiasmo, autoestima, confianza, responsabilidad, iniciativa, la perseverancia y más. Un alto nivel de competencia social es más integrador y hace referencia al desarrollo holístico del individuo ya que promueve competencias personales como la autoestima, motivación, perseverancia y la iniciativa

En el debate en torno al enfoque del aprendizaje por competencias los criterios en materia educativa de diferentes gobiernos se han alineado en torno a las definiciones políticas formuladas durante la década de los noventa por la Unión Europea, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), y proyectos internacionales como DeSeCo han generado definiciones conceptuales para el debate y la reflexión a nivel mundial.

WEINERT define competencia como un "sistema más o menos especializado de capacidad, competencias o destrezas que son necesarias o suficientes para alcanzar un objetivo específico". La perspectiva del modelo de competencia del estudio DeSeCo, la define como “una capacidad holística, dinámica y funcional, vinculante con las exigencias sociales y las capacidades del individuos”, es decir "la capacidad de responder a las demandas y llevar a cabo tareas de forma adecuada. Surge de la combinación de habilidades prácticas, conocimientos (incluyendo el conocimiento tácito), motivación, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz".

La literatura revisada confirma que la competencia es un constructo complejo, multifacético, multivariado multidimensional, a menudo en relación con una situación multidisciplinaria, cobra una gran relevancia cuando enfrentamos a modelos educativos que han direccionado los procesos desde los contenidos y objetivos. ¿Pero de que competencias estamos hablando? CESAR COLL incorpora la idea de "competencia básica imprescindible" para distinguir de aquellas deseables pero prescindibles.; ¿Cuál es el real significado de educación por competencia? .Encontramos muchas definiciones, algunas más operacionales que otras; probablemente la más simple sea: “La capacidad de hacer alguna cosa o la capacidad de cumplir una tarea;” se trata de una definición simple, pero tan general que es difícil imaginar evaluarla de manera realista.

SCHON, en 1987, propuso un modelo que todavía se utiliza en ciertos medios: “El modelo de la racionalidad técnica”. Este autor define la competencia como “la capacidad de resolver problemas seleccionando, aplicando y ajustando los conocimientos para afrontar problemas en contextos estables”. Se trata de un modelo muy reduccionista que pretende aplicarse a situaciones que no evolucionan.

JOSE BUNNER identifica las “Competencias” como: el proceso pedagógico que tiene como objetivo formular y concretar procedimientos vinculados a contextos específicos (realidades inmediatas de los alumnos y sus contextos socioculturales) para el aprendizaje y/o movilización de contenidos conceptuales o declarativos, cuestión que encierra diferencias fundamentales con el paradigma educativo predominante en el siglo XX , de la enseñanza de contenidos que se enlistaban en extensos currículum disciplinarios, de acuerdo a su función concebida como herramienta de reproducción de la información que, en buena medida, aún domina la práctica pedagógica.

KANE (1992) define la competencia de una forma más dinámica, para éste autor la competencia significa: “…el grado de utilización de los conocimientos, las habilidades y el buen juicio asociados a la profesión, en todas las situaciones que se pueden confrontar en el ejercicio de la práctica profesional.” capacidad de razonar para la toma de decisiones, al esquematizar la definición, podríamos decir que: la competencia representa la capacidad de un profesional de utilizar su buen juicio así como también los conocimientos, habilidades, actitudes asociadas a la profesión para solucionar los problemas complejos que se presentan en el campo de su actividad profesional. No hay que olvidar que la competencia no existe al exterior de un contexto particular y profesional.

Conviene resaltar esto último porque si nos quedamos con el titular retórico perdemos de vista lo que en realidad quiere decir “Competencia” siendo un constructo que es accesible de manera parcial, a través de aspectos que se pueden medir, como los conocimientos, las habilidades técnicas, las actitudes, la capacidad de solucionar problemas, el razonamiento, los conocimientos, la capacidad de comunicar. Creímos conveniente realizar éstas definiciones para entrar de llano al tema que nos compete; la Educación Superior y la Competencia dentro de la reestructuración de la Universidades Europeas, para lo cual seguimos con una revisión histórica de los documentos que se vinculan con la reforma universitaria.

Podemos estar en desacuerdo o no, si nuestra concepción sobre este modelo se funda sobre los aportes de Le Boterf, P. Perrenoud, F. Lasnier, J.M. De Ketele, las definiciones de PISA (La evaluación es función de la fuerza de clasificación y de enmarcación) o de la DeSeCo (Proyecto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) o los conceptos de X. Roegiers, etc. Pero tenemos que tener claro, que lo fundamental es propiciar un cambio que le de sentido y proyección a los esfuerzos que se están desplegando en la labor educativa. ¿Qué sentido tiene apuntar a una educación integral si la “lógica de mercado” se encargará de castigar y desvalorar sus resultados? ¿Qué sentido tiene enseñar por competencias cuando el mercado de trabajo preferirá funcionarios eficientes y no creativos y autónomos? Son preguntas que intentaremos absolver con especialistas sobre el tema.

ANNA BERMEO TURCHI
CPP 3504
31-07-09

Bibliografía consultada
J. Félix Angulo Rasco -Competencias en la Universidad
Proyecto Tunning en Chile