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Las historias sobre Ciencia y el medio ambiente, tienen un impacto directo sobre la vida de las personas. Escribir con claridad sobre la complejidad de estos temas, es seducir a todos los públicos sin perder un ápice de rigor periodístico. Tras un tiempo de sequía periodística, vuelvo retomar el blog, con la frecuencia de antaño. Sin embargo, en la vida surgen sorpresas y oportunidades en lo profesional que te hacen cambiar de rumbo.

viernes, 20 de noviembre de 2009

CONTAMINACION POR METALES PESADOS Y SUS EFECTOS EN LA SALUD


La actividad industrial y minera supone una preocupación importante en Salud Pública por su toxicidad aguda y crónica y por la amplia variedad de fuentes de exposición, al arrojar al ambiente metales tóxicos como plomo, mercurio, cadmio, arsénico y cromo, dañinos para la salud humana y para la mayoría de formas de vida.
Es necesario precisar que nos encontramos confrontados diariamente con varios tipos de contaminación y nuestro cuerpo se carga en metales pesados que luego no se detectan en un simple análisis de sangre: Cansancio, trastornos nerviosos, depresión, reuma, ansiedad, autismo, fibromialgia, insomnio. El análisis de cabello permite controlar la intoxicación por metales en el cuerpo; También proporciona un Estudio mineral; evidencia los niveles de minerales y oligoelementos en el organismo (chequeo mineral); y los niveles de metales tóxicos (aluminio, plomo, mercurio…) determina cómo afectan a la salud; evidenciando el tipo metabólico (rápido-lento); y el funcionamiento el sistema hormonal; para adaptar una dieta en función de los resultados del análisis.

Los metales pesados se encuentran en forma natural en la corteza terrestre. Estos se pueden convertir en contaminantes si su distribución en el ambiente se altera mediante actividades humanas. En general esto puede ocurrir durante la extracción minera, el refinamiento de productos mineros o por la liberación al ambiente de efluentes industriales y emisiones vehiculares; en este caso se encuentra asociada al desarrollo industrial de actividades como la fundición de cobre, producción de cemento, refinación de petróleo, explotación minera, termo generación eléctrica, industria química y trabajo portuario, a lo que se suma un creciente parque automotriz.

De los 106 elementos conocidos por el hombre, 84 son metales, por lo que no es de extrañar que las posibilidades de contaminación metálica en el ambiente sean numerosas.

Por otro lado, las aguas residuales no tratadas, provenientes de minas y fábricas, llegan a los ríos, mientras los desechos contaminan las aguas subterráneas. Cuando se abandonan metales tóxicos en el ambiente, contaminan el suelo y se acumulan en las plantas y los tejidos orgánicos pudiendo permanecer en el ambiente durante cientos de años.



Investigaciones científicas han demostrado las repercusiones negativas de los metales pesados en el ecosistema y la salud del ser humano cuya exposición está relacionada con problemas de salud como: retrasos en el desarrollo, varios tipos de cáncer, daños en los riñones, e, incluso, con casos de muerte.

Metaloides y metales pesados como el arsénico, cadmio, mercurio o plomo han demostrado sus toxicidades ambientales al ser altamente dañinas para los humanos; por lo que merecen ser regulados de forma explícita (fenómeno de especiación). El plomo ha sido utilizado por la humanidad ampliamente y por ende es el que causa más problemas y mayor preocupación en todo el mundo.

El metaloide más utilizado en actividades mineras en la extracción de oro, plata y cobre es el mercurio; puede trasladarse a grandes distancias una vez que es emitido a la atmósfera puede asentarse en medios acuáticos transformándose en metilmercurio (Potente neurotoxina) La ingestión de alimentos contaminados (sobre todo pescado) representan el mayor riesgo de intoxicación debido a su biotransformación y magnificación biológica a través de la cadena trófica.

El envenenamiento agudo por mercurio se caracteriza por trastornos de la función intestinal y renal, y el crónico por alteraciones del sistema nervioso central; las exposiciones leves están caracterizadas por pérdida de la memoria, temblores, inestabilidad emocional (angustia e irritabilidad), insomnio e inapetencia. A exposiciones moderadas, se observan desórdenes mentales más importantes y perturbaciones motoras, así como afecciones renales. Las exposiciones breves a altos niveles de vapor de mercurio pueden producir daños pulmonares y la muerte.
Evidencias sobran; el plomo es un metal usado en procesos industriales, también lo encontramos naturalmente en la corteza terrestre, de donde es extraído y procesado para usos diversos. El plomo ingerido, inhalado o absorbido por la piel es altamente tóxico para los seres vivos en general. Es tóxico para los sistemas endócrino, cardiovascular, respiratorio, inmunológico, neurológico, y gastrointestinal además de puede afectar la piel y los riñones. Cuando este metal alcanza niveles tóxicos provoca la disminución de la fotosíntesis vegetal y el desarrollo de anemia en mamíferos. El plomo no es biodegradable y persiste en el suelo, en el aire, en el agua y en los hogares. Nunca desaparece sino que se acumula en los sitios en los que se deposita y puede llegar a envenenar a generaciones de niños y adultos a menos que sea retirado.

La concentración de 7 microgramos de plomo por decilitro de sangre (μg/dL) causa daños irreversibles en el sistema neurológico de los infantes .El plomo causa anemia en niños y adultos así como enfermedades renales y afecta la fertilidad. La alta presión arterial (hipertensión) causada por la exposición al plomo, contribuye a que mueran miles de personas cada año, especialmente personas entre las edades de 35 y 50 años.

En nueve sistemas de clasificación de riesgo citados por el Fondo para la Defensa Ambiental (Environmental Defense Fund15) el plomo aparece como el material más peligroso que la mayoría de los productos químicos. Se le considera dentro del 10% de los materiales más peligrosos para la salud humana.

Las personas pueden verse expuestas al arsénico a través de la ingestión de alimentos y el agua, sobre todo en ciertas zonas; en aguas subterráneas entran en contacto con minerales que contienen arsénico. El Arsénico es muy tóxico y causa daños al sistema neurológico, al sistema cardiovascular y está ligado a diversos tipos de cáncer como el de piel. La intoxicación crónica por arsénico puede manifestarse por la aparición de llagas y un aspecto leproso. Inhalar arsénico aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer pulmonar. Una dosis superior a los 65 miligramos suele provocar una muerte violenta.

Las principales utilizaciones del cadmio en el medio laboral son las aleaciones con otros metales, fabricación de acumuladores eléctricos, pigmentos y como estabilizante en la industria del plástico. Los alimentos pueden ser una fuente contaminante. El cadmio se encuentra presente en suelos contaminados, en algunas tuberías antiguas, en algunas pinturas (sobre todo de color rojo, amarillo y naranja) y en algunos plásticos. El cadmio puede ser adquirido por comer polvo contaminado, por el uso de utensilios de plástico en la alimentación, por inhalar humo de tabaco y por ingerir agua contaminada .Es dañino en dosis muy pequeñas. El envenenamiento por cadmio produce osteoporosis, enfisema pulmonar, cáncer de pulmón, cáncer de próstata, hipertensión, diversas cardiopatías y retraso en la habilidad verbal de los niños.

La Organización Mundial de la Salud estima que entre quince y dieciocho millones de niños en países en desarrollo sufren de daño cerebral permanente por culpa del envenenamiento por plomo. Cientos de millones de niños y de mujeres embarazadas están expuestos a niveles elevados del plomo en países en vías de desarrollo.

Para alcanzar un desarrollo sostenible se necesita que exista un compromiso de todos en el cuidado del medio ambiente; para preservar, mitigar y prevenir efectos adversos para la salud humana expuestas a la exposición de sustancias peligrosas en el medio ambiente. Las industrias y las autoridades deben comprometerse a seguir los principios claves de este desarrollo. Por lo expuesto se puede notar que la contaminación no solo afecta la fauna y flora acuática por motivo de la contaminación de lagos y ríos, sino también afecta gravemente al subsuelo, lo cual ocasiona infertilidad de la tierra y además provoca efectos negativos en la salud en la población. Es por ello que se debe tomar conciencia y prestar especial cuidado al medio ambiente, para de ese modo evitar daños irremediables.

ANNA BERMEO TURCHI
PERIODISTA EN MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE
MEDIO AMBIENTE Y PERIODISMO DEL SIGLO XXI
CPP 3504
20-11-09