Se podría
pensar que, hoy en día estaríamos más allá de ver el corazón como un órgano que
bombea sangre; investigadores examinan a los receptores de trasplante de
corazón para averiguar si sus personalidades cambiaron después de la cirugía. De
acuerdo con las estadísticas de Donate Life America en 2016, más de 33.600
trasplantes trajeron vida renovada a los pacientes y sus familias y comunidades
(de 9.900 fallecidos y 5.900 donantes vivos), en los Estados Unidos.
Los
trasplantes de órganos más comunes incluyen la córnea, el riñón y el corazón. El trasplante de corazón se sitúa en
el nivel más alto en la tasa de supervivencia después del trasplante de cinco
años de 74.9 por ciento.
La teoría
de los sistemas vivos, postula explícitamente a que “todas las células vivas
poseen subsistemas funcionales de "memoria" y "residen"
dentro de ellas” (Miller JG, 1978, p 87). Por tanto, todos los sistemas
dinámicos almacenan información y energía en varios grados. La memoria celular
es la noción especulativa de que las
células del cuerpo humano, contienen claves para nuestras personalidades,
gustos e historias, independientemente de los códigos genéticos o de las células
cerebrales; por tanto, los pacientes trasplantados (órganos periféricos) no
deberían experimentar cambios de personalidad paralelos a las personalidades de
los donantes que nunca han conocido. Sin embargo, se han observado cambios de
personalidad después de los trasplantes, cuyas explicaciones recibidas están
relacionadas a los efectos de los fármacos inmunosupresores, el estrés
psicosocial y la psicopatología preexistente de los receptores.
De acuerdo
a esta teoría el corazón en última instancia, almacena los recuerdos, así como
los rasgos de la personalidad, a través de la codificación combinatoria de las
células nerviosas, que no solo se almacenan en el cerebro, sino en órganos como
el corazón, lo que permite al sistema sensorial reconocer los olores.
La Escuela
de Medicina de Harvard (2009) definió las memorias celulares como "una
respuesta celular sostenida a un estímulo transitorio". Básicamente,
cuando una célula es introducida a un estímulo específico, reacciona de cierta
manera y cada vez que se le dé el estímulo tendrá la misma respuesta. Los
investigadores indicaron que mejor manera de entender los recuerdos celulares
era estudiar casos de trasplantes de órganos.
El fenómeno
de la memoria celular, aún no está 100 por ciento científicamente validado, sin
embargo, es apoyado por varios científicos y médicos. Los comportamientos y
emociones adquiridos por el receptor del donante original se deben a los
recuerdos combinatorios almacenados en las neuronas del órgano donado. Los
trasplantes de corazón se dice que son los más susceptibles a la memoria
celular donde los receptores de trasplante de órganos experimentaron un cambio
de corazón.
La revista Quality of Life Research, difundió los
resultados de entrevistas realizadas a pacientes que recibieron un trasplante
de corazón durante un período de dos años en Viena, Austria. Los investigadores
descubrieron que el 79 por ciento de los pacientes no sentían cambios en su personalidad
después de la cirugía, el 15 por ciento experimentó un cambio en la
personalidad debido al acontecimiento potencialmente mortal y el seis por
ciento confirmó un cambio drástico en su personalidad debido a su nuevo
corazón. Si bien el resultado de cambio de personalidad de un trasplantado parece
insignificante, se han realizado más investigaciones para validar la existencia
de este concepto.
La Escuela
de Enfermería de la Universidad de Hawaii (Honolulu), investigadores evaluaron cambios
experimentados por los receptores de trasplante de órganos, con la historia del
donante, centrados en 10 pacientes que recibieron un trasplante de corazón y
encontró dos a cinco paralelos por paciente post-cirugía en relación con la
historia de su donante. Los paralelos que se observaron en el estudio fueron cambios en la comida, la música, el arte,
las preferencias sexuales, recreativas y de carrera, además de asociaciones de nombres y experiencias
sensoriales. En el estudio, un paciente recibió un trasplante de corazón de
un hombre que fue asesinado y el receptor del órgano informó tener sueños relacionados
al asesinato.
Aparte de los estudios científicos, ha
habido varios casos de la vida real que apoyan la teoría de la memoria celular.
Tenga la
seguridad de que, si alguna vez tiene la mala suerte de estar en una posición
en la que necesita tener un órgano trasplantado, no existe evidencia científica
100 por ciento confiable, que tendrá la personalidad de su donante. Hay algunas
teorías diferentes sobre el proceso de las memorias celulares, y hoy en día se
están haciendo muchas investigaciones no sólo con la interacción del cerebro y
los órganos del cuerpo, sino también con la física cuántica y cómo interactúan
los átomos.
ANNA BERMEO
T.