ADRIANA ILIESCU (76) soltera, crítico histórico y literario, novelista, poeta. ex profesora universitaria de Literatura, doctora en ciencias filológicas y escritora de cuentos infantiles, entró en el Libro de los records Guinness, como la madre más vieja del mundo, al dar a luz en el Hospital Giulesti, de Bucarest, a una niña sana a la edad de 66 años, llamada Eliza Maria Bogdan, quien nació con 1,45 kilogramos, y permaneció en la incubadora hasta alcanzar los dos kilos. Con ese apellido, la madre rindió homenaje al médico MARINESCU, quien llevó a feliz término tan cuestionado embarazo.
ILIESCU no se resignaba a no tener hijos, y seguía un tratamiento hormonal hacia nueve años en clínicas privadas, para revertir los síntomas de la menopausia y preparar al útero para albergar el embrión mediante la reproducción humana asistida.
A la edad de 57 años, el equipo médico dirigido por el doctor BOGDAN MARINESCU director de la maternidad "Panait Sarbu", implantó tres embriones de esperma donado a partir de un óvulo fecundado de otra mujer. Los embriones sobrevivieron tras una fecundación in vitro en Rumania. Su hija fue fruto de uno de embriones que se le implantaron; los otros dos murieron. La beba superviviente nació por cesárea en la semana 33 de embarazo (enero del 2005)
El nacimiento provocó un feroz debate en todo el mundo acerca de si los pensionistas deben recibir ayuda para concebir. Los grupos religiosos y éticos describieron el embarazo como "horrible", "grotesco" y "el último acto de egoísmo". Los críticos cuestionaron la práctica médica rumana, generando un gran debate en la prensa internacional y en Rumania, la toma de posiciones fue la desaprobación de la mayoría, tanto para la madre y para los médicos involucrados.
Pocos en cambio, defendieron el derecho a la maternidad que tiene esta mujer, pese a su edad avanzada. ADRIANA ILIESCU conmocionó a la opinión pública. A pesar de que algunas universidades enseñan ética, en varias formas, incluyendo la ética aplicada en el derecho a la vida, el aborto, la eutanasia, la prostitución, la reproducción asistida, el espacio en los medios de comunicación estuvo ausente; sin embargo el hecho suscitó de titulares periodísticos que no se hicieron esperar: ¿Una mamá o una abuela?; “Autonomía para decidir cuándo y con quien tener hijos”; “sumisión al mandato de la maternidad como deber femenino” “Una expresión de deseo o de egoísmo” “Una forma de derribar el reloj biológico” O “el declive de los límites éticos para tener y criar hijos”
Finalmente, ADRIANA ILIESCU vio su sueño hecho realidad, sin embargo los cuestionamientos éticos y la falta de sentido común se dirigieron hacia BOGDAN MARINESCU ex ministro de sanidad en Rumania y ginecólogo especialista en técnicas de reproducción asistida, y la madre sobre el destino de la niña; “cuya madre parecía la abuela en edad”; “donde se vulneraron el derecho del niño a crecer en una familia organizada”; “ derecho a la protección de los padres por lo menos hasta la mayoría de edad”, “el derecho a conocer a su padre ya su madre” . La otra posición a favor estuvo en darles la oportunidad una fertilización a estas mujeres, y al deseo infinito de esta mujer a tener un hijo; que podría haber ocurrido en cualquier parte del mundo - y aún así habría sido más probable que suceda en Estados Unidos o en Alemania, - pero sucedió en Rumania.
Un miembro de la Iglesia Ortodoxa dijo que la iglesia no debe aceptar la fertilización in vitro a mujeres jóvenes, y el Colegio de Médico pidió una investigación para determinar si la fertilización a ADRIANA ILIESCU fue un experimento o acto médico que se encuentra aún hoy en debate público.
Hubo foros, debates, psicoanalistas más o menos inteligentes que encararon interesantemente el debate insistiendo en que un caso como este pone en cuestión la idea de que la maternidad es siempre una cosa buena.
Tampoco faltaron periodistas excesivos o deslenguados, que se hicieron cargo como siempre de la opinión normalizada. CRISTIAN TUDOR POPESCU el presidente del Club de Prensa de Rumania (en esa fecha), uno de los columnistas más influyentes de Rumania, dejó escrito en su artículo en el diario Adevarul que : ” Eliza María había nacido porque su madre "no se contento con un gato o con un perro para llenar su soledad". Y alardeaba: "La pequeña es fruto de un pecado: no de un pecado bíblico, sino el del orgullo de los médicos y el perverso amor por su misma de la madre". Evidenciando que la intolerancia y la respuesta automática parecen ser más propia hombres faltos de reflexión.
ILIESCU se aseguró de que su hija Eliza, tenga buena educación en una de las escuelas privadas más prestigiosas de la capital, cursa el cuarto grado en una escuela en Bucarest- Rumania; las dos estudian piano con los poetas y poemas famosos.
Sin embargo, luego de 9 años, la mujer de 75 años, se encuentra en un drama real, al perder casi todos los ahorros de su vida (6.400 lei) destinados para su hija, Eliza en un incendio. Atraviesa una crisis financiera tras enfrentarse en un proceso contra un vecino en Balcesti, al sureste del Condado Valcea, quien levantó una villa señorial ilegalmente en boyardos, pegada a la casa de sus padres apoderándose de la propiedad, con la ayuda de su abogado; quien no defendió sus intereses y perdió el caso. ADRIANA ILIESCU perdió la confianza en los abogados decidió representarse a sí mismo en el juicio. Suerte para la madre coraje.
Finalmente, a modo de reflexión; ADRIANA ILIESCU rompió con tres mitos de la mujer perfecta: JOVEN, FÉRTIL y (bien) CASADA. Más allá de lo bien intencionadas o no críticas contra la mujer que básicamente la acusan de poner a su deseo por encima de la necesidades básicas del niño, la rapidez con que cayeron sobre ella y la facilidad con que la destrozaron nos hace pensar que ¿Cuáles son los criterios para decir que uno es joven y el otro viejo? Por otro lado, hay tantas personas en la tercera edad, que han hecho descubrimientos importantes para la humanidad; la juventud en general, no son los que hacen maravillas en este mundo. Es inaceptable que toda una sociedad tan compleja juzgue esta mujer. Lo que hicieron medios de comunicación en este caso fue una manipulación grotesca. Esta criatura nació; y es como cualquier otro niño en su país.
Más allá de las discusiones morales y sin fin entre la Iglesia y la ciencia, la de historia ADRIANA ILIESCU plantea interrogantes sobre el futuro. La ciencia ha abierto la caja de Pandora y nadie puede predecir ni siquiera imaginar lo que será el futuro de la humanidad.
ANNA BERMEO T.
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VIDEOS: https://www.youtube.com/watch?v=o0dIx4rF_7Q
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