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Las historias sobre Ciencia y el medio ambiente, tienen un impacto directo sobre la vida de las personas. Escribir con claridad sobre la complejidad de estos temas, es seducir a todos los públicos sin perder un ápice de rigor periodístico. Tras un tiempo de sequía periodística, vuelvo retomar el blog, con la frecuencia de antaño. Sin embargo, en la vida surgen sorpresas y oportunidades en lo profesional que te hacen cambiar de rumbo.

miércoles, 22 de julio de 2009

EL PLAN BOLONIA RECHAZADO EN OXFORD - CAMBRIDGE



El pensador austriaco Paul Watzlawick decía que el primer axioma de la Teoría de la Comunicación consiste en que “es imposible no comunicar”. Todo cuanto hacemos, o dejamos de hacer, está lanzando un mensaje, que se puede volver contra nosotros cuando menos lo esperemos. Así parece haber ocurrido con el Proceso Bolonia y la convergencia de los sistemas universitarios (1999); 10 años después se comienza a ver sus efectos, Marruecos es el único país que ha introducido de lleno el Plan Bolonia. Y en general muchos son los países en los cuales se cuestiona su eficacia. La convergencia europea que preconiza Bolonia es ya es un fracaso. Oxford y Cambridge manifiestan que no convergen, porque son lo que son, of course; Francia dice que los grandes écoles (Escuelas universitarias francesas) no convergen porque para eso las creó Napoleón; las facultades de derecho italianas, tampoco; en Grecia está planteada la inconstitucionalidad del proceso; Medicina, Arquitectura, Farmacia y Veterinaria están excluidas desde el principio del proceso, nadie sabe porqué.

El control de los medios de información monopoliza y delimita el criterio de selección, ejerciendo censura de noticias sobre el proceso y no autoriza sus publicaciones; hemos evidenciado la brutalidad policiaca, y como todos los estamentos universitarios están en pie de lucha. Hoy evidenciamos que existen universidades fuera de España que no están dispuestas a participar en esta farsa y países que no están dispuestos a modificar aspectos importantes de su sistema educativo.

Mientras la Ministra de Educación Ciencia y Tecnología Cristina Garmendia, sigue tapando el sol con un dedo al rechazar la demanda de realizar un referéndum sobre la reforma de la Universidad que supone el Plan Bolonia; manifestando textualmente que: “Hacer esta consulta "con los alumnos actuales sería antidemocrático", porque la Universidad no es sólo de ellos… (Declaraciones a TVE). Garmendia añadió que "la Universidad pública es patrimonio de toda la sociedad", de los profesores, los alumnos, sus trabajadores, de los que pasaron por ella y de los que pasarán y que, por lo tanto, de llevarse a cabo una consulta, debería hacerse a toda la sociedad y no sólo a los estudiantes. En cuanto a la constitucionalidad de una convocatoria semejante, ha señalado que "la Constitución plantea la posibilidad de hacer referéndum en algunos casos especiales, pero este no lo es", recordó además que el proceso Bolonia ha sido "ratificado por unanimidad" varias veces en las Cortes, que representan a toda la sociedad española.




La desinformación planteada por parte del estado referente al proceso “Bolonia”, devela que no es una propuesta autónoma de los representantes en Europa. Sino que nace de unos acuerdos que se remontan a la “Estrategia de Lisboa” que, en líneas generales, es el plan estratégico para construir una Europa neoliberal que plantea la reestructuración de todos los servicios públicos y una revisión de las conquistas sociales. La Europa del capital que franceses, holandeses e irlandeses han rechazado a través de las urnas


La universidad del futuro no puede renunciar a su compromiso por humanizar y fortalecer los proyectos democráticos, los estudiantes han denunciado todo intento de totalitarismo y de injusticia social. El Estado no puede ser cómplice de golfos, de relaciones volubles y frívolas; donde existe un Rector que le gustan las multinacionales, que pretende la ignorancia narcotizada de los estudiantes, quienes avanzan desafiantes con el gesto prohibido entonando la letra silenciada.

Donde se desconoce la investigación básica y a la creación de sujetos autónomos con responsabilidad social. Mediante la implantación del proceso “Bolonia”; no se creará un saber crítico en los estudiantes, la universidad del siglo XXI, se convertirá en el espacio para la generación del desastre intelectual y el nacimiento de idiotas sociales. Individuos preocupados por sus intereses privados al margen de lo público.

Un modo infame de desaprovechar la excelencia, los talentos naturales, hurtando una igualdad que hipoteca la grandeza de los recursos humanos de un país de un pueblo, que conduce al declive, a su empobrecimiento, a una tensión con elevado riesgo de conflicto interno. Una juventud sin horizontes expoliando sus capacidades cual si fueran desechables es un ultraje que arroja a esta nueva clase de excluidos a transgredir la norma. Mayor atropello todavía más devaluar sus estudios.

La enseñanza superior y la pedagogía deben cumplir una función, más allá del aprendizaje para aprobar y obtener un título académico. Donde respondan a la obligación de articular el pensamiento y proveer a la sociedad de los argumentos para tomar decisiones y transformar la realidad. Supone ejercer el valor de la crítica, el espacio de libertad y de autonomía sobre la cual se construye el saber.

Sin esta característica, todo aprendizaje resulta estéril. Si se quiere ciudadanos libres se debe construir un sistema educativo con garantías para el conjunto de la sociedad, no sólo para quienes se benefician de un máster o un doctorado. Los cambios obligan a construir relaciones donde el ser humano modifique la realidad, sea creador y tome parte del proceso de decisiones. Este dominio de la realidad es lo que permite hacer cultura y humanizar el mundo, a todo ello renuncia el Plan Bolonia. Sólo le interesa crear operadores sistémicos anclados en el conformismo social.

Concluimos que la Universidad es creadora de cultura (pensamiento, ciencia, arte), por lo que no debe depender exclusivamente del gobierno y los empresarios sino en forma preferente por sus integrantes: estudiantes y profesores. Es lo que llamamos la autonomía universitaria, consagrada por la Constitución y la Ley.

ANNA BERMEO TURCHI
CCP 3505
22-07-09