Sudáfrica atrajo a millones de espectadores alrededor del mundo como anfitrión de la Copa de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) 2010, uno de los mega acontecimientos más recientes e importantes en el sur África que dejó una huella de 2,7 millones de toneladas de emisiones de CO2 en el mundo, producidas según una investigación realizada por el Gobierno Noruego, de Factibilidad para un Carbón Neutral 2010 Copa del Mundo FIFA.
Como todo evento de enorme despliegue, la organización, gestión y desarrollo de la Copa Mundial de la FIFA 2010 repercutió de manera positiva y negativa en el ambiente. Para Sudáfrica, como país organizador fue una ocasión única para mostrarse de lleno al mundo y aumentar sus ingresos en materia turística, De manera desafortunada tiende a ser mayor el daño ambiental tras una inmensa exigencia en sus recursos.
2.700.000 toneladas de dióxido de carbono es la cantidad estimada de CO2 (el gas con efecto invernadero que más contribuye al calentamiento global) que generó el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. El impacto fue 8 veces mayor que las emisiones producidas en la Copa del Mundo 2006 en Alemania, y mayor dos veces las emisiones producidas por los Juegos Olímpicos de Beijing 2008; con el despliegue de 450,000 turistas, el aumento del transporte local, construcción de estadios, uso de electricidad, agua y mayor cantidad de residuos sólidos en los recintos y en los servicios de alojamiento, se emitieron en conjunto 896.661 toneladas de dióxido de carbono. Otras 1.856.589 toneladas de este gas invernadero, principal causante del recalentamiento planetario, que corresponden también a la cantidad viajes internacionales, que es superior 10 veces a los juegos de invierno de Vancouver.
Existieron dos proyectos con apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial e implementada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), relacionado con la Copa de FIFA 2010, de casi 10 millones de dólares, a fin de reducir el consumo de energía en seis sedes gracias a la instalación de paneles solares y luces eficientes en calles, semáforos y avisos publicitarios, proyectos de reverdecimiento además de acciones de sensibilización pública.
Iniciativas patrocinadas en la fabricación de soluciones climáticas que no compensaron la reducción del CO2; la estimación de la huella de carbono es más de 850.000 toneladas de dióxido de carbono equivalente (TCO2e), con más 1.400.000 tCO2e. Por lo que no compensaron su impacto sobre el medio ambiente. La huella de carbono en viajes internacionales abarca más del 65% de la huella de carbono, seguido de los viajes dentro de la ciudad, y del uso de energía en un alojamiento es del 17% a 13%. La compensación de las emisiones de carbono nacional podría costar entre $ 6,8 y $12,0 millones de dólares.
Si bien es cierto, Sudáfrica mejoró el nivel de vida de sus habitantes, sin embargo el tema ambiental quedó en entre dicho cuando cientos de organizaciones de la sociedad civil realizaron una campaña contra el préstamo de US$3.750 millones del Banco Mundial (http://www.brettonwoodsproject.org/art-564352) a Sudáfrica, por el organismo que apuesta por el uso intensivo del carbono en base al fundamento de la necesidad de electricidad en el mundo en desarrollo, en respaldar económicamente la creación de plantas a carbón. Sosteniendo además que “sin el apoyo de la institución habrían de proliferar plantas a carbón mucho más sucias”, apoyando a Sudáfrica económicamente para la construcción una de las centrales eléctricas alimentada a carbón más grandes del mundo.
Los proyectos del Banco relacionados con combustibles fósiles tienen un claro impacto sobre las emisiones globales de CO2. La planta Medupi en Sudáfrica, producirá unos 25 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (anualmente), más de las emisiones de 115 países incluyendo a Kenia, Luxemburgo, Birmania y Croacia, según indica el periódico The Guardian
El Banco no está alentando adecuadamente a los países a que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero producidas por los combustibles fósiles; y de otra parte es evidente que la FIFA no tiene el CALENTAMIENTO GLOBAL en el lugar prioritario dentro de sus preocupaciones.
DRA. ANNA BERMEO
Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible
29-07-10
Lima-Perú
