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Las historias sobre Ciencia y el medio ambiente, tienen un impacto directo sobre la vida de las personas. Escribir con claridad sobre la complejidad de estos temas, es seducir a todos los públicos sin perder un ápice de rigor periodístico. Tras un tiempo de sequía periodística, vuelvo retomar el blog, con la frecuencia de antaño. Sin embargo, en la vida surgen sorpresas y oportunidades en lo profesional que te hacen cambiar de rumbo.

lunes, 10 de enero de 2011

PROMESAS DE AMOR



Es increíble una canción muchas veces simboliza lo que sentimos, mi buena amiga Elizabeth tuvo la extraordinaria idea de enviarme una canción por medio de la red social que nunca había escuchado y me acompaña mientras escribo, resumía una hermosa declaración de amor en la búsqueda de una nueva oportunidad. Así que decidí repensar que realmente el amor lo cambia todo o al menos es lo que pretendemos.

Dentro de una revisión bibliográfica encontré que en casi todas partes del mundo, la tradición de enganchar candados simboliza el amor mutuo, que surge tras la publicación y posterior adaptación al cine de la novela 'Tengo ganas de ti', donde los protagonistas realizan la promesa de amor eterno colocando el candado en el rio Segura y arrojando la llave. En puentes de París, Murcia y Roma, se sigue emulando a los protagonistas de la novela del escritor italiano Federico Moccia, moda que está levantando polémica.



La tradición nació en la Ciudad Eterna, y se expandió en los países más turísticos del mundo, sumó una nueva tradición a otras como el lanzamiento de la moneda con la mano izquierda a la Fontana di Trevi; leyenda que asegura que quien lanza una moneda volverá a Roma, dos que se enamorará de una guapa romana (o romano) y tres que se casará con ella (o con él) , otra tradición es una declaración de amor escrita en papel y pegada con chicle, o el corazón pintado en la pared de la casa de Julieta, en Verona

La tradición nació en Italia sobre el rio Tíber que atraviesa Roma. Los amantes escriben sus iníciales en el candado, lo enganchan en algún farol del Ponte Milvio el más antiguo de Roma, construido originalmente por Nerón en el 206 antes de Cristo, el actual data de 1429, y reúne a miles de italianos y turistas que se unen en un pacto de amor colocando candados en la barandilla del puente donde luego arrojan la llave a sus aguas.

En Florencia existe una sugestiva leyenda que dice que si una pareja ata un candado a cualquier superficie del Ponte Vecchio y luego se arroja la llave en el Arno en su paso por Florencia, el amor durará para siempre.

Hoy en día no es aconsejable tratar de formar parte de la leyenda, la cantidad de candados está dañando el patrimonio cultural y las llaves contaminan el rio, algunas partes del puente han tenido que ser removidos y quien hace caso omiso será multado con el pago fuerte suma de dinero.

Leyenda o no los amantes se contagiarán de la encantadora atmósfera. Cualquier ritual que de ilusión a la vida vale admirarlo a mí me parece precioso, y me encantaría poner un candado aunque no debo. Necesitamos amor en este mundo, no dejemos morir al romanticismo.

ANNA BERMEO
CPP 3504

TACTICA Y ESTRATEGIA



Hoy decidí que era tiempo de escribir algo diferente, descansar durante un buen rato de tanta vulgaridad y chabacanería como la que nos invade, y con un atisbo de creatividad acumulada dirigir estas líneas a todas aquellas personas que todavía se emocionan con las cosas sencillas y los que recuerdan que se desprendieron de algo que les gustaría recuperar, o como el caso de volver a recordar a alguien que se alejo de nosotros.

Hace unos años escuche a un hombre que respeto y admiro decir que plasmo sus recuerdos de niño para ser feliz, quede impresionada y me costó comprender el significado de aquellas palabras; vio morir a su madre a la edad de 6 años y a su padre al año siguiente, cada vez que hablaba narraba con detalle todos sus recuerdos que lo ayudaron a sobrevivir.



Hoy los tiempos cambian, los sufrimientos suelen ser siempre los mismos, aunque lo sintamos en magnitudes distintas, existen muchas formas de preservar los recuerdos y otra forma de vivir y sufrir por amor en tiempos virtuales, donde el ciberespacio y sus comunidades virtuales han cambiado las reglas y difieren mucho desde los tiempos descritos por Gabriel García Márquez en la novela “El amor en los tiempos del cólera”, con un tenue final feliz donde descubren que el amor puede aparecer a cualquier edad o continuar toda la vida.

A medida que crece la popularidad en las redes sociales, también crecen las parejas sentimentales, que luego terminan a causa de este pequeño canal de comunicación, empeorando el dialogo y la comunicación entre parejas, aunque parece rocambolesca y dolorosa a partes iguales, cada vez es más común. Una investigación de la Universidad de Guelph en Canadá evidenció que los jóvenes tienden a tener actitudes compulsivas de celos debido a la cantidad de personas que conocen a diario a sus parejas. Lo significativo del tema en cualquier tipo de relación sea virtual e interpersonal, se suelen levantar barreras, en este caso son los muros emocionales construidos a base de actitudes, sentimientos y emociones negativas atrapadas, que con el paso del tiempo se van solidificando, con lo cual, le dan forma y consistencia.

Un MURO, simboliza la incomunicación y representa la incapacidad de establecer y mantener buenas relaciones sociales. Me he dado cuenta que en nuestra vida y en nuestras relaciones, tenemos la opción de levantar puentes y muros. Construimos PUENTES con el corazón abierto, con nuestras emociones, sentimientos positivos, con ternura, con esperanzas, bondad, ternura, con abrazos, con amor. Construimos muros por miedo, inseguridad, temor, celos, envidia, abandono, desprecio, rechazo, frustración, desengaño, decepción, incomprensión, intolerancia, ira, enojo, ofuscación, amargura, rencor, resentimiento, odio y un largo etcétera.

Quizás muchos hemos levantado muros, tal vez como fortalezas medievales; hoy intento construir puentes, o resanar los que se han dañado, la vida me enseñó que es mejor tender puentes, abrir puertas y ventanas, aligerar el camino a cualquier posible viandante, Como diría Benedetti "Mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible.", yo construyo un puente sin silencios y con sincera empatía.

Lo bueno es que siempre tenemos la opción a elegir, si consideras que tienes un muro emocional empieza a demolerlo.

ANNA BERMEO
CPP 3504