Es conocida la influencia positiva de las mascotas en la salud y bienestar de la vida de las personas, tanto en aspectos psicológicos, fisiológicos, terapéutico y de la integración social; donde han llegado a tener la función como facilitadores en la terapia asistida motivacional y física de numerosas enfermedades especialmente con la Caninoterapia, sobre todo con aquellas personas que conviven con una patología de origen físico o cognitivo, pero también en condición de vulnerabilidad emocional y social.
La ternura y el cariño son en muchos casos la mejor medicina, de esto ya se han dado cuenta algunos profesionales y clínicas quienes cuentan con programas de animales como terapia en enfermos de: Alzheimer, síndrome de Down y en de tratamiento de enfermedades mentales donde los perros colaboran en las terapias de recuperación. Porque los animales, además de otras muchas cosas, también pueden ser terapéuticos; los más utilizados para estos fines son: delfines, caballos, perros, gatos y animales de granja
Los beneficios comprobados de los perros de terapia incluyen mejoría en las habilidades motoras y comunicativas en estudiantes con autismo; consuelo a los pacientes en hospitales y hospicios, también a los sobrevivientes de desastres; mejora en habilidades motoras de víctimas de apoplejía; descenso en los niveles de estrés en veteranos con trastorno por estrés postraumático; compañía para los ancianos ayudan a miles de adultos a sobrellevar el sida, Alzheimer, cardiopatía, apoplejía, cáncer, trastorno por estrés postraumático y depresión etc.
Los animales no sustituyen a las personas; los niños, adultos y ancianos necesitan que sus seres queridos estén con ellos, se preocupen por ellos y les den el afecto necesario. Los animales no pueden suplir totalmente la falta de afecto de una persona, como tampoco sustituyen una terapia médica. Los animales sólo ayudan, a veces de un modo increíble, en un mundo que no es perfecto.
La revisión de la literatura sobre los efectos de la compañía de las mascotas en los humanos ha sido organizada utilizando diversos criterios y taxonomías. Los efectos positivos o benéficos se observan en los niveles físico, psicológico y social. Los animales de compañía proporcionan una fuente ilimitada de afecto, amor, aceptación sin límites y compañerismo.
Existe evidencia científica sobre los efectos de las mascotas con sus dueños: disminuye la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos (Katcher, 1.987); coadyuva en el tratamiento de la ansiedad (Holcomb, 1.989); reduce los problemas menores de salud (Serpell, 1.991); aumenta la supervivencia en afecciones coronarias (Bustad, 1.996); es beneficioso para el desarrollo del niño (Melson, 1.990).
No podemos dejar de mencionar a los “perros de asistencia” que facilitan la vida cotidiana de personas sordas o con distintas discapacidades como paraplejia, tetraplejia o esclerosis. Cabe señalar que un perro de asistencia es un perro entrenado, obediente, sociable que ofrece compañía, tranquilidad y ayuda a su dueño en cosas que mejoran su calidad de vida e independencia
Las leyes en el Perú aún no están preparadas para admitir el acceso de este tipo de perros a lugares públicos y/o privados, a pesar de que nuestro país es miembro firmante de la Convención de Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, y habiéndose promulgado la Ley N° 29830 que promueve y regula el uso de perros guía por personas con discapacidad visual a inicios del 2012. Existe evidencia que en un supermercado conocido “Plaza Vea”, se le impidió a una persona ciega ingresar junto a su perro guía; argumentando la empresa que se hizo por “razones sanitarias”.
Casos similares de vulneración de derechos y discriminación, se vieron reflejados en el aeropuerto londinense de Gatwick, donde a Joanna Jones, no se le permitió abordar la aerolínea EASYJET con su perro labrador de asistencia.
Otro caso de intolerancia se registro en Argentina, con el joven no vidente de nombre Maximiliano Marc quien denuncio a la empresa SEMTUR por no permitirle viajar con el lazarillo, siendo obligado mediante insultos a bajar del bus. Ignorando el decreto 1.969 sobre la presencia de perros guía en el transporte de pasajeros; donde es obligación de los conductores u operarios de vehículos de servicio público de transporte no negarse a prestar el servicio a personas con discapacidad acompañadas de su PERRO DE ASISTENCIA
La sociedad no puede tolerar éstos abusos contra personas vulnerables que son acosados, humillados y discriminados. No podemos aceptar que los culpables de estos actos atroces salgan con una disculpa tratando de borrar todo el mal rato. Debemos forjar cultura de respeto a las personas con discapacidad; desafortunadamente, las personas con discapacidad visual que cuentan con un perro guía, con frecuencia se ven discriminadas de servicios públicos y privados, bajo el argumento de que está prohibido el paso con mascotas, impidiéndoseles el acceso a tiendas de autoservicio, servicio de transporte público en los buses urbanos y taxis etc.
De otro lado y no menos importante por cierto, es que nuestro país no existe una cultura del respeto animal, y si el origen del problema es el sistema de valores actual, parece claro que la solución está en modificar los diversos contenidos que implican la formación de conocimientos adecuados, de un cambio en las actitudes o formas de pensar, ver y expresar; así como, de nuevas normas y valores de respeto y convivencia. Esto sólo se consigue con educación, pues con una mejor formación e ilustración se buscara y conseguirá corregir comportamientos.
DRA. ANNA BERMEO
23-12-12
