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Las historias sobre Ciencia y el medio ambiente, tienen un impacto directo sobre la vida de las personas. Escribir con claridad sobre la complejidad de estos temas, es seducir a todos los públicos sin perder un ápice de rigor periodístico. Tras un tiempo de sequía periodística, vuelvo retomar el blog, con la frecuencia de antaño. Sin embargo, en la vida surgen sorpresas y oportunidades en lo profesional que te hacen cambiar de rumbo.

sábado, 12 de enero de 2013

AVIONES Y EMISIONES DE CO2


El número de vuelos aéreos en todo el mundo están creciendo; son fuente importante de emisiones de dióxido de carbono, y representan una gran amenaza en términos de crecimiento, donde las emisiones de los aviones seguirán contaminando el aire representando una amenaza en 2050, al convertirse en uno de los mayores contribuyentes al calentamiento global, según informes de científicos británicos.

Esto se debe a que la aviación es un sector de rápido crecimiento, y la altitud de emisiones se cree que tienen un efecto de 2-3 veces mayor en el cambio climático de los situados en la planta baja, y, finalmente, no existe ninguna alternativa práctica con los motores de inyección de combustible o de queroseno actualmente en el horizonte. De no reducir los países las emisiones contaminantes producto de la aviación es probable que se conviertan en responsables de una proporción mucho mayor de las emisiones globales de CO2

Si bien es cierto las Operaciones aeroportuarias constituyen un factor importante en la economía en relación al turismo, importaciones, exportaciones y empresas, es importante sopesar los beneficios en relación el tráfico aéreo que está teniendo impacto en la calidad de vida de un número creciente de personas y en el medio ambiente local y global.

El Natural Resources Defense Council , en su Informe “Flying Off Course”, denunciaba en 1996, que: “Vivir cerca de un aeropuerto era como tener una refinería de petróleo como vecino ... salvo que las refinerías están sujetos a controles de contaminación más fuertes ". El informe indicaba que las operaciones de aviones, equivalían a miles de toneladas de bombas de compuestos orgánicos volátiles (COV); estos son subproductos de la quema de combustible, componentes principales del “smog”; que bombean cientos de toneladas de emisiones peligrosas y tóxicas como el benceno, el formaldehído y butadienos en el aire. Existe evidencia científica sobre las consecuencias en la salud que tiene relación directa con el Benceno (Benzol) que causa defectos de nacimiento y leucemia; el formaldehído produce irritación en los pulmones y los ojos, la piel y cáncer cerebral, el butadieno es un agente causal del causa cáncer, según Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y la Organización Mundial de la salud (1)

Cada país cuenta con disposiciones para regular la contaminación aérea; Estados Unidos cuenta con una histórica legislación: “Ley de Aire Limpio” (1970) Junto con las enmiendas de 1976 y 1990, aplicada por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), representa los adelantos en combatir la contaminación del aire en ciudades, la contaminación tóxica del aire, el agotamiento de la capa de ozono en la estratosfera y la lluvia ácida. La “Ley de Aire Limpio” incluye disposiciones que conceden la EPA para regular la contaminación atmosférica procedente de la aviación. Lamentable, la ley no incluyó en la “Ley de Aire Limpio” a los aeropuertos, que no son considerados como “Industrias” y deberían estar obligadas a cumplir en reducir todas las fuentes de contaminantes específicas del aire.

Las grandes empresas de aviación se erigen en una de las variables fundamentales: el desarrollo turístico, alegan que la reducción de sus emisiones, perjudicarían sus negocios. Disfrazan una verdad en relación a cualquier eficiencia obtenida en el “diseño del motores•, generando un aumento en el número de aviones que despegan y aterrizan cada año.

La Unión Europea tiene un verdadero compromiso con el medio ambiente, cuentan con un ejemplo en legislación, que a partir de este año está en vigencia y que fuera anunciada en el 2008, que señala: “Que las compañías aéreas que operan en el viejo continente deben pagar por las emisiones de dióxido de carbono que generan”. Canadá, Estados Unidos, China, México, Brasil y otros países se oponen a la medida. Las dos primeras presentaron una demanda contra la inclusión de la aviación en el sistema de derechos de emisiones. El Tribunal Europeo resalto que la medida solo afecta a las aeronaves que aterrizan o despegan en la UE. Por lo que deben cumplir con las leyes que no serán modificadas.

La Comisión Europea aseguró que las aerolíneas que no paguen por los gases contaminantes que emiten serán multadas, y podría prohibirse sus operaciones como último recurso. La ley incluye a la Aviación en el Sistema de Emisiones; obligan a que los aviones que aterricen o despeguen, a comprar los en el equivalente del 15% de emisiones de CO2 que liberan a la atmosfera, en el marco de la lucha contra el calentamiento global.

Se prevé multas de 100 euros por aerolínea por cada tonelada de CO2, establecido por el Programa de Comercio de Emisiones (Emission Trading System , ETS), el estimado es de 32 millones de toneladas de dióxido de carbono. Las aerolíneas están previendo aumentar los pasajes de sus clientes en 135 euros vuelos intercontinentales y entre 3 y 39 euros líneas europeas.

Cabe indicar que los que adquieren son denominados bonos de carbono, que son a las reducciones certificadas de emisiones de gases efecto invernadero; y que fue establecido en el Protocolo Kioto (1997), tratado internacional cuyo objetivo principal fue lograr que para 2008-2012 los países desarrollados disminuyan sus emisiones de gases de efecto invernadero. Se adquieren por medio del Mercado del Carbono, que es un sistema de comercio a través del cual los gobiernos, empresas o individuos pueden vender o adquirir reducciones de gases efecto invernadero. Se creó a partir de la necesidad de cumplir con el Protocolo de Kioto

En nuestro país la situación es preocupante, según datos de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur), entre enero y julio, el departamento de Cusco fue visitado por un millón 242.249 turistas. De ese total, 756.419 fueron turistas extranjeros y 485.830 nacionales. No contamos con un instrumento de gestión que permite prevenir o bien atender problemas ambientales para restingar la contaminación atmosférica que ni siquiera se menciona.

De acuerdo con las investigaciones de El CONAM (Consejo Nacional del Ambiente) son 13 departamentos más contaminados del Perú, entre ellos es considerado el Cuzco. Según el informe el principal contaminante en el Cusco es el material articulado que emiten los vehículos que según el CONAM. El Cusco tiene un parque automotor estimado en 40.000 vehículos que generan el 95% de las emisiones toxicas. Considera también que la contaminación también es generada por ladrilleras, tejeras, restaurantes y panaderías. Los valores de emisión de gases, como el monóxido de carbono, en el centro urbano del Cusco están por encima de las 10 partes por millón de carbono, que es el límite máximo durante ocho horas. Incluso, se han presentado días en que el aire se contamina hasta llegar incluso a las 39 partes por millón de carbono. Lo que genera grande problemas de salud en sus habitantes. Pero no mencionan la contaminación emisiones de dióxido de carbono a causa de la aviación.

Esta es una medida para conseguir la reducción de CO2, por supuesto no la única, es importante introducir impuestos internacionales de carácter global, algo que ha sido ya propuesto en varias ocasiones. Nos gustaría ver los impactos ambientales causados por la expansión fueran reducidos o evitado. Nos gustaría ver las políticas de aviación en nuestro país, desarrolladas de una manera que sean consistentes con el enfoque utilizado sobre todo para la aviación. Necesitamos contar con una política integral de transporte, en lugar de ser tratado como un caso aparte y muchas veces ignorado. Asimismo, el Gobierno del Perú, debe tratar de reducir el daño ambiental y social derivado de la aviación a través de un programa equilibrado. La mitigación del daño ambiental y social adicional debe ser vista como una prioridad clave.


DRA. ANNA BERMEO

Fuente:
1 http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/TextosOnline/EnciclopediaOIT/tomo1/2.pdf
http://www.fas.org/sgp/crs/row/R42392.pdf
http://ec.europa.eu/clima/publications/docs/ets_en.pdf