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Las historias sobre Ciencia y el medio ambiente, tienen un impacto directo sobre la vida de las personas. Escribir con claridad sobre la complejidad de estos temas, es seducir a todos los públicos sin perder un ápice de rigor periodístico. Tras un tiempo de sequía periodística, vuelvo retomar el blog, con la frecuencia de antaño. Sin embargo, en la vida surgen sorpresas y oportunidades en lo profesional que te hacen cambiar de rumbo.

martes, 15 de diciembre de 2015

DUELO POR LA MUERTE DE UNA MASCOTA


A través del curso de nuestras vidas la mayoría de dueños de perros (otras mascotas) debemos enfrentarnos a la muerte de nuestra querida mascota, dada la unión intensa que la mayoría de nosotros compartimos con nuestros animales, es natural sentirse devastado triste y deprimido cuando muere nuestro compañero (a) hasta llegar finalmente a la aceptación y resolución.

Para las culturas occidentales la expresión de dolor y la muerte es a menudo considerada un tema tabú para la discusión, especialmente cuando se trata de la muerte de una mascota, donde nuestra sociedad a menudo no reconoce la pérdida de un animal de compañía como causa significativa para el dolor. Para nosotros amantes de los animales, los perros son una parte integral de nuestras vidas, y el impacto emocional por la pérdida no es diferente que la pérdida de un amigo cercano.

Un artículo de 2002 en la REVISTA SOCIEDAD Y ANIMALES documentado por los psicólogos de la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos evidencia que la muerte de un animal de compañía puede ser "tan devastador como la pérdida de vida humana"

Se espera comúnmente que una muerte da lugar al dolor. KÜBLER-ROSS (Zurich 1926 – Arizona 2004) Tanatolaga (Especialista que ayuda a aliviar el dolor que ocasiona una pérdida inminente) psiquiatra y autora de diversos libros sobre el proceso de morir, advierte que el duelo de un ser querido comprende varias fases que pueden superponerse y no necesariamente siguen un patrón establecido: NEGACIÓN, IRA, NEGOCIACIÓN, DEPRESIÓN Y ACEPTACIÓN. Ciertas investigaciones han determinado que la pérdida de una mascota evoca las mismas reacciones psicológicas observadas por KÜBLER-ROSS.

El Centro de Interacción Humano-Animal de la Virginia Commonwealth University, aconseja a los dueños de mascotas en la etapa de duelo y enseña a los estudiantes de veterinaria sobre la importancia de la comprensión del proceso.

WORDEN, destacado investigador en el campo de la pena, identifica tareas involucradas a través del proceso de pérdida que son: Aceptar la realidad de la pérdida; experimentar el dolor de la pérdida; adaptarse a un entorno en el que el fallecido no se encuentra. Esto definitivamente requiere tiempo y se relaciona de manera directa también con la pérdida de mascotas.
GARY KOWALSKI, pastor, licenciado de la Universidad de Harvard, en su libro “Adiós Toby: cuando muere tu mascota”; recomienda en su libro escribir una carta de despedida que puede ser de gran ayuda para liberarse de la ira y de la tristeza que se pueden sentir durante el periodo del duelo.

El autor en la investigación realizada en Gran Bretaña concluye que 10% de las personas que han perdido a un animal, desarrollan síntomas como para justificar la visita al médico. Otra investigación evidenció, que más del 90% de los dueños experimentaron trastornos de sueño, alimentación y depresión. Demostró también que los individuos que pierden un gato pueden tener una pena más profunda y necesitan un seguimiento mayor que aquellos que pierden a un perro.

Ciertamente, no todas las personas reaccionan a la muerte de un perro de la misma manera. Cada persona, cada perro y cada relación es única y tienen componentes únicos. La pérdida no implica simplemente la presencia física del perro sino el vínculo emocional que tenemos con nuestro perro, con la sensación de calor cuando te da la bienvenida... De modo que el grado de interacción cotidiana que se tuvo con el perro influye en la pérdida, y por lo tanto en el grado de dolor.

Para muchas personas una mascota no es "sólo un perro" o "sólo un gato." Las mascotas son miembros queridos de la familia y, cuando mueren, se siente una pérdida significativa, incluso traumática. No permitan que otros dicten sus sentimientos y minimicen el dolor; el nivel de dolor depende de factores tales como su edad y personalidad, y las circunstancias de la muerte de nuestra mascota. Generalmente, cuanto más significativa la pérdida, más intenso es el dolor. Incluso años después de una pérdida, una visión, un sonido o un aniversario especial pueden despertar recuerdos que provocan un fuerte sentido de la pena.

No hay ninguna píldora mágica que puede eliminar el dolor por completo. Con el tiempo los sentimientos son menos intensos, me encuentro en la etapa de la aceptación, tras haber dejado partir a mi “Borges” hace 7meses, tras una penosa enfermedad después de 15 años de amor incondicional. Sin embargo, hay actividades que ayudan centrarme en los recuerdos felices que compartimos. Algunas personas encuentran útil escribir una carta para su perro para expresar sus sentimientos, esta opción me parece muy buena y encontré un link que les puede interesar: http://letterstomydog.tumblr.com/. Plantar un árbol es otra opción que considero positiva (que aún no he realizado) leer un libro de autoayuda, o quizás simplemente conseguir una nueva mascota, acepte ésta última opción y ayudo significativamente.


ANNA BERMEO T.