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Las historias sobre Ciencia y el medio ambiente, tienen un impacto directo sobre la vida de las personas. Escribir con claridad sobre la complejidad de estos temas, es seducir a todos los públicos sin perder un ápice de rigor periodístico. Tras un tiempo de sequía periodística, vuelvo retomar el blog, con la frecuencia de antaño. Sin embargo, en la vida surgen sorpresas y oportunidades en lo profesional que te hacen cambiar de rumbo.

jueves, 9 de octubre de 2008

KEVIN CARTER PREMIO PULITZER AL FOTOREPORTAJE: LA NIÑA Y EL BUITRE"



Una de las 40 fotos que realizara el fotógrafo Kevin Carter (1993) a ésta niña famélica, en la Aldea sudanesa de Ayod; con la cara en el polvo y un buitre al acecho; la niña que aparece en la foto estaba a menos de un kilómetro de distancia de un campamento de ayuda de las Naciones Unidas e intentaba llegar hasta ese sitio para pedir comida; sin embargo, el fotógrafo, cumplió con su trabajo de retratar la terrible escena y se retiró del lugar dejándola ahí.

En África los buitres son los únicos que llevan una alimentación balanceada, a costa de las constantes muertes que acarrea la extrema pobreza. Esta es una de las fotos que se publicó en la portada de The New York Times y que acabó ganando un premio Pulitzer. Kevin Carter a los dos meses de recibir el premio en Nueva York se suicidó.La pregunta que queda en el tintero: ¿porque se suicido el reportero gráfico?

¿Qué fue de la vida de la niña? ¿Y qué ocurrió con el fotógrafo? De acuerdo a lo afirmado poco se sabe del paradero de la niña, el fotógrafo afirmó que ella se recuperó lo suficiente para seguir camino pero no hay certezas de lo que realmente sucedió. Es por eso que Carter recibió duras críticas y algunos piensan que el fotógrafo aprovechó la aberrante situación para ganar fama, incluso fue comparado con el buitre…


El 27 de julio de 1994, exactamente tres meses después de las primeras elecciones democráticas de la historia de su país, Carter se fue a la orilla de un río donde había jugado cuando era niño, antes de que supiera lo que era el apartheid, el sufrimiento, la injusticia. Y ahí, por fin, dentro de su coche, escuchando música mientras inhalaba monóxido de carbono por un tubo de goma, logró la paz, suicidándose a los 33 años

El reportero formaba parte del Club Bang Bang y 3 integrantes del grupo fotográfico: Kevin Carter, autor de la fotografía y sus tres amigos: Ken Oosterbroek, (muere en 1994 a causa de una bala perdida) Greg Marinovich y João Silva. Los fotógrafos realizaban toma estremecedora y se exponían a peligros extraordinarios en un permanente estado de ansiedad, que sólo las drogas ayudaban a mitigar. El trabajo del Club Bang Bang fue uno de los factores que incrementó la presión política para acabar con aquella violencia extrema. Pero las consecuencias de este tipo de vida fueron trágicas para el propio Carter.

Carter acudió a toda clase de foros para ofrecer su versión de lo sucedido, pero para entonces su vida era un completo desastre. Muchos años antes había intentado suicidarse, fumaba White Pipe, una mezcla de marihuana, mandrax y barbitúricos, tenía graves problemas familiares y una personalidad desordenada, perdía sus carretes de fotos en aviones y aeropuertos, arrastraba depresiones, llevaba una vida caótica y tenía acumuladas experiencias trágicas como para colapsar las consultas de varios psicoanalistas.

Periodistas españoles: José M. Arenzana y Luis Davilla hicieron otra instantánea donde Carter captó la foto de la niña y el buitre, que le valió el Pulitzer, logrando desmontar la leyenda negra. La niña no agonizaba, defecaba. Manifestaron.

El fotógrafo espantó luego al buitre. Por lo que afirman que Carter no se suicidó por ésta foto. “De todos modos, los niños y los buitres seguirán estando allí. Aunque Carter ya no esté para retratarlo” “Carter no era otro predador ni el ejecutor de la niña, no, sino su único redentor.” Dijeron los españoles

¿Cuál es la verdad? eso historia nunca la sabremos…lo cierto es que Kevin hizo las fotografías para obtener el premio Pulitzer, como tantos otros; podría dar mil razonamientos, pero lo tácito es que la dignidad de un ser humano (y más en la infancia) está delante de cualquier cosa, incluida la denuncia, hay cientos de formas más humanitarias de dar a conocer una situación.

Otra versión indica que el buitre era falso (que yo no sé; pero algo raro que se vé) afirmamos que la foto cumplió su labor. Lo ideal es que remueve conciencias y sirva para que aumenten la ayuda a todas aquellas personas que mueren de hambre cada segundo. De alguna manera hay saber entender a este corresponsal de guerra, que en paz descanse, si bien hacia su trabajo, pero no ayudo a la niña; tal vez sirvió para que muchos de nosotros nos demos cuenta y veamos una realidad tan compleja de entender mediante la fotos que este hombre periodista mostró.

Lejos de ganar premios lejos de ser famoso como el caso de éste reportero conocemos las realidades que nos arrancan comentarios acertados o funestos ; sin embargo solo nos queda realizar ayudas o trabajos caritativos que realmente estén dirigidos a ayudar a los indefensos .

ANNA BERMEO TURCHI
CCP 3504