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Las historias sobre Ciencia y el medio ambiente, tienen un impacto directo sobre la vida de las personas. Escribir con claridad sobre la complejidad de estos temas, es seducir a todos los públicos sin perder un ápice de rigor periodístico. Tras un tiempo de sequía periodística, vuelvo retomar el blog, con la frecuencia de antaño. Sin embargo, en la vida surgen sorpresas y oportunidades en lo profesional que te hacen cambiar de rumbo.

martes, 6 de abril de 2010

BENEDICTO XVI ACORRALADO



El clero católico se ha visto cuestionado duramente por la opinión pública internacional, por los múltiples escándalos sexuales y de corrupción que merman la credibilidad de la Iglesia durante más de 50 años; además de vincular directamente al Papa Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) en la elaboración de directivas vaticanas que ordenaban a los obispos encubrir los casos de pedofilia sacerdotal frente los juzgados locales de los diferentes países.

En el año 2006, apareció un texto en el periódico “Transición de México” donde, disecciona el asunto sobre las acusaciones de escándalos sexuales que enfrenta Benedicto XVI; y que el día de hoy con el tiempo ha tomado cada vez más fuerza y parecen haber llegado al punto de convertirse en indesmentibles.

El 18 de agosto de 2003 el diario británico “The Observer” (Eduardo Literas), acusó a la Iglesia Católica y al Vaticano de ordenar a los obispos guardar silencio y mantener en secreto los casos de abusos sexuales a menores a través de un documento oficial conocido, por su nombre en latín, Crimen Sollicitationis.

El documento secreto del Vaticano fue elaborado por el Santo Oficio (hoy la Congregación para la Doctrina de la fe) en 1962, que contiene instrucciones de como los obispos deben manejar el tema de sacerdotes envueltos en relaciones sexuales. El castigo por la violación del secreto indica el documento, incluye la excomunión (la que sólo puede ser retirada por el mismo Papa). Lo que explica la negación de la existencia de dicho documento por parte de algunos obispos; más no justifica es que fuera repartido nuevamente a todos los Obispos en el año 2001. Ratzinger, reforzó la validez de este documento con otro que firma él mismo y que se denomina “De Delictis Gravioribus”.

Abogados estadounidenses involucrados en diversos casos sobre pedofilia eclesial han cuestionado duramente dicho documento manifestando que es una evidencia de la política de obstrucción a la justicia practicada de forma oficial y como política de estado por el Vaticano. Daniel Shea, abogado y ex seminarista estadounidense fue quien lo descubrió y lo dio a conocer a la opinión pública de Estados Unidos.

El diario estadounidense “Worcester Telegram & Gazette”, obtuvo una copia del documento en el 2003; acusando al clero de mantener el documento en cuestión custodiado y en secreto durante más de 40 años y catalogado por la santa sede como “extremadamente confidencial”

El 18 de mayo de 2001, el cardenal Joseph Ratzinger y hoy Benedicto XVI envió la epístola “Delictis Gravioribus” (“Normas de delitos más graves”) a los obispos de toda la Iglesia católica y otros ordinarios y superiores, anunciándoles qué actos “más graves quedaban reservados” al único juicio de su congregación. Añadía que la instrucción “Crimen sollicitationis “en vigor, promulgada por la Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio el 16 de marzo de 1962, debía ser reconocida por los nuevos Códigos canónicos

La justicia estadounidense persistió en las pesquisas y en enero de 2005, en la Corte del distrito de Harris County (Texas) el entonces cardenal y hoy Papa Benedicto XVI fue acusado de obstrucción de la justicia. La epístola fue incluida en la demanda presentada a principios de 2005 contra la Iglesia Católica de Texas y contra Ratzinger por los abusos sexuales cometidos a tres menores por un seminarista de origen colombiano Juan Carlos Patiño Arango.

El 8 de abril de 2005 el padre John Beal, catedrático de Derecho Canónico de la Catholic University of América, reconoció en declaración jurada oral que el documento ampliaba la jurisdicción y el control de la Iglesia Católica sobre delitos de abusos sexuales.

El Cardenal Tarcisio Bertone Secretario de Estado de su Santidad el Papa Benedicto XVI, en una entrevista en el 2006, manifestó la oposición de la Iglesia Católica a permitir que organismos ajenos a ella pudieran investigar las denuncias de abusos sexuales cometidos por curas; “En mi opinión, no tiene fundamento la exigencia de que un obispo esté obligado a contactar con la policía para denunciar a un sacerdote que ha admitido ser culpable de pedofilia”

Posteriormente el gobierno de Estados Unidos ordenó al tribunal de Texas que el Papa Benedicto XVI debía recibir inmunidad en la demanda sobre Patiño Arango. El subsecretario de Justicia de Estados Unidos, Meter Keisler, dijo que como Jefe de Estado del Vaticano, Benedicto XVI goza de inmunidad. Y señaló que permitir que continúe la demanda sería “incompatible con los intereses de política exterior de Estados Unidos”. La Corte Suprema de Justicia afirmó por su parte que los tribunales de Estados Unidos están obligados a acatar esas “sugerencias de inmunidad” ( Abril 26, 2009 -La tribuna)

Hoy son dos tribunales de Oregón y Kentucky quienes han admitido la petición de la acusación de sacerdotes acusados de pederastia, según argumento de los abogados: “todos los curas del mundo son empleados del Vaticano” y el Papa debería responder por ellos”.

ANNA BERMEO T.
CPP 3504


Fte. “Crimen Sollicitationis”
Eduardo Literas