El pensador contemporáneo nacido en Sursee (Suiza - 1928) conocido como “el teólogo de la contestación y la rebeldía”, Hans Küng de 81 años edad, catedrático emérito de Teología Ecuménica en la Universidad alemana de Tubinga (ex compañero de Joseph Ratzinger en las cátedras de Teología Dogmática), Doctor en Filosofía y en Teología (Universidad Gregoriana en Roma y en la Sorbona de París). Perito invitado en el Concilio Vaticano II por el Papa Juan XXIII; acusó al papa Benedicto XVI de haber ocultado información relevante sobre los casos de abusos sexuales, en una entrevista que se le realizara en un canal de televisión Suizo, y en un artículo titulado: “La responsabilidad de Ratzinger”, (http://www.webislam.com/?idt=15623) basando sus acusaciones en una carta del 2001, firmada por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, en la que se habla, entre otras cosas, de un deber de prescripción de diez años.
Cabe recordar que durante el pontificado de Juan Pablo II, el teólogo fue inhabilitado para ejercer la docencia por la Congregación para la doctrina de la fe (el ex Santo Oficio en 1980), motivado en parte por sus críticas a Juan Pablo II y por cuestionar la Infalibilidad Papal, en la publicación de su libro que tituló “blasfemia", y al negarse a rectificar sobre “el dogma católico de la infalibilidad papal”, donde el teólogo condena los abusos sexuales de niños y jóvenes que se cometieron en la Iglesia católica.
Según declaraciones el teólogo persigue “la unidad de la iglesia y la paz entre las religiones”. Lucha “por la falta de democracia que existe en el seno de la institución”, así como por motivos medulares como: la abolición del celibato, el consumo de anticonceptivos, el sacerdocio para las mujeres, la eutanasia, la homosexualidad, el aborto o la comunión para los divorciados.
Küng, es uno de los grandes pensadores cristianos, miembros de la disidencia, conocido por sus comentarios poco benévolos contra Ratzinger, su trabajo se refleja en una vasta obra, cuyo denominador común es el fomento de la mutua comprensión y la consolidación de una nueva ética mundial que posibilite la convivencia de las religiones, hoy presidente de la Fundación Ética Mundial, organización que tiene como fin buscar el cambio de mentalidad entre los hombres; en donde toda persona, sin importar nacionalidad o creencia debe ser tratado dignamente.
En marzo pasado, publicó un artículo en el periódico "Süddeutsche Zeitung" (Alemania y reproducida por el diario El País), donde culpa a Benedicto XVI de tapar los abusos sexuales cometidos en las dos últimas décadas que ahora están minando la autoridad de la Iglesia católica alemana, por los casos de pederastia que han salido a la luz pública: “La veracidad exige que el hombre que es responsable del encubrimiento a nivel mundial (de los casos de pederastia), concretamente Joseph Ratzinger, admita su propia mea culpa”, escribe el teólogo en su artículo titulado 'La responsabilidad de Ratzinger'. “Ninguna otra persona en la Iglesia ha tenido sobre su escritorio tantos casos de abusos como él”, añade.
Debemos recordar que Joseph Ratzinger fue elegido papa en abril de 2005. En ese año se publicó el contenido de unos documentos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que entonces dirigía Ratzinger como prefecto, en los que se ordenaba a los altos dignatarios de la curia que pasaran al prefecto todas las investigaciones preliminares sobre acusaciones de abusos. El objetivo era que las investigaciones permanecieran en secreto, acusándolo Küng de dar instrucciones como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y después ya como papa
Hans Küng, basa ahora sus ataques en la función que desempeñó Benedicto XVI durante 24 años al frente de la Congregación de la Fe. Sostiene que la congregación dirigida por Ratzinger, envió en mayo de 2001 una carta a los obispos “ De delictis gravioribus” (abusos sexuales entran dentro de los graves delitos) en la que se menciona que los delitos graves deben ser sometidos a secreto pontificio y cuya violación se encuentra “bajo castigo eclesiástico”. La carta indica que el derecho de la Iglesia se ocupa también de los delitos “contra la moral”, siguiendo los procedimientos de ese derecho. Sostiene: “Los procesos de este tipo están sujetos a la máxima discreción papal”. El plazo de prescripción reservado por la congregación es de 10 años..
Küng también insinúa que el Papa ya debía tener conocimiento de esos abusos cuando ejerció, durante ocho años (1969 y 1977.), como profesor de Teología en Ratisbona por su estrecha relación con el director del colegio del coro de la catedral, su hermano mayor Geor Ratzinger quien dirigió el coro desde 1964 hasta 1994 y que fue vinculado por los abusos sexuales cometidos en el coro católico, “No se trata de simples bofetadas, sino de delitos sexuales” indicó.
Si bien es cierto una serie escándalos está dañado la imagen de la Iglesia Católica por medio de la polémica mundial, debido a la denuncias de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes, los sucesos no dejan de ser una campaña de descrédito a la Iglesia que minar su credibilidad. A pesar de no concordar totalmente con sus ideas y postulados además de sus ácidas críticas y su falta de respeto a el desarrollo propio de la Doctrina Social de la Iglesia, no sería justo dejar de reconocer que Hans Küng; por derecho propio, es uno de los teólogos cristianos más brillantes del último medio siglo.
ANNA BERMEO T.
CPP 3504
07-04-10
