El día 04 de abril del 2010, apareció publicado en el diario The New York Times, un artículo titulado “Reuniones de Jerarquía Católicas Alrededor de Papa durante Pascua” (DANIEL J. WAKIN); basado en documentación de los abogados de las víctimas, luego de un escándalo mas de pederasta que sacudiera a la Iglesia católica y vinculara al Papa Benedicto Ratzinger por encubrir al sacerdote Lawrence Murphy, violador de 200 niños en la comunidad de niños de la Escuela Saint John para sordos en St. Francis, Milwaukee (Wisconsin, USA).
Un grupo de manifestantes en Estados Unidos hizo sentir sus reclamos frente a la oficina del Senador federal Scott Brown, en Boston, para que se reabran las investigaciones oficiales y se inicien los respectivos procesos judiciales contra aquellos responsables de abusos sexuales a menores de edad.
No sería la primera vez que autoridades eclesiásticas se vieran envueltas en escándalos públicos, ni la última donde aparecerán declaraciones de arrepentimiento del Papa Benedicto XVI por escándalos de abuso sexual de la Iglesia; que lejos de aplacar las emociones, esta última semana lo ha puesto en el ojo de la tormenta, ante la respuesta furiosa y escéptica de parte de las víctimas, quienes están cansadas de recibir palabras de arrepentimiento y esperan acciones firmes para corregir esta situación.
En declaraciones en abril del 2008; el Papa Benedicto XVI, en su visita a Estados Unidos, habló sobre el escándalo que produjo más de 13.000 víctimas de abuso sexual y costó a la Iglesia Católica más de 2.000 millones de dólares; agregó que trabajaría incansablemente para mantener a los pedófilos fuera del sacerdocio indicando: “Es difícil para mí entender cómo fue posible que sacerdotes traicionaran de este modo su misión”.
A cinco años de su reinado, empieza el verdadero vía crucis de Ratzinger tras la acusación de no haber sido lo suficientemente enérgico para castigar y gestionar el caso de abuso a menores por parte del cura Lawrence Murphy en Estados Unidos; bajo la escusa de que habían pasado 20 años de realizada una investigación secreta contra Murphy, el Vaticano solo fue informado del caso en el año 1996 ( Años después) , una vez culminada la investigación no fue expulsado del clero señala Federico Lombardi portavoz del Vaticano "porque el derecho canónico no prevé castigos automáticos"; además entre otras cosas porque se encontraba “Muy enfermo” .
El actual secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, habría ordenado a los obispos de Wisconsin llevar a cabo un juicio canónico secreto contra Murphy, según The New York Times, una vez culminado el proceso escribió a Ratzinger explicando que no debería ser enjuiciado pues se encontraba enfermo y arrepentido cuenta el rotativo: "Solamente quiero vivir el tiempo que me queda en la dignidad del sacerdocio", suplicaba el cura en una misiva y enviada a Ratzinger "Solicitando su bondad en este asunto".
El miércoles, el mismo diario reveló que Ratzinger, en el año 1996, como funcionario del Vaticano permitió seguir en funciones al cura estadounidense Lawrence Murphy quien había abusado de 200 chicos sordo mudos; en lugar de recibir una sanción por la conducta deleznable, Murphy fue trasladado del Arzobispado William E. Cousins de Milwaukee a la Diócesis Superior en el norte de este Estado en 1974, donde pasó los últimos 24 años trabajando con niños en colegios e iglesias parroquiales, y hasta en un centro de detención juvenil, detalla The New York Times. Murió en 1998.
Federico Lombardi (portavoz vaticano), ha desmentido lo publicado por The New York Times, manifestando que Ratzinger no conoció la decisión de reintegrar al sacerdote en la actividad pastoral parroquial. "Cualquier otra versión es mera especulación". Lombardi recordó que Gruber vicario general de ese Arzobispado, asumió la "total responsabilidad de su propia y equivocada decisión de trasladar al cura a otra parroquia" y que "no hizo caso de las indicaciones de Ratzinger, que había dispuesto que el sacerdote no desarrollase actividad pastoral alguna"; sin embargo el periódico neoyorquino señala que El cardenal Joseph Ratzinger, futuro papa en aquel entonces, recibió un memorándum en el que le informaban de que un sacerdote, a quien él había enviado a terapia en 1980 para superar la pedofilia, volvió a ejercer su labor pastoral días después de iniciar el tratamiento"
La Iglesia Católica y el Papa, no tomaron medidas contra el pederasta, según informa The New York Times; lo cierto es que la Iglesia Católica no solo ha ocultado ésta infamia, sino en carácter de excepcionalidad, entendiendo que afecta directamente los derechos de niñas, niños y adolescentes abusados, decidiendo una vez más ocultar esta verdad.
El diario alemán Sueddeutsche Zeitung hace un par de semanas, vinculó Benedicto XVI en otro caso de encubrimiento cuando era arzobispo de Munich en 1980 donde el sacerdote Alemán Peter Hullermann había obligado a un menor de 11 años a practicarle sexo oral y fue trasladado desde Essen a Baviera (1986) ; el cura se entregó a nuevos abusos, siendo condenado por la Justicia a 18 meses de prisión en suspenso por abuso de menores, no obstante lo cual continuó con sus funciones. Ratzinger, en aquel entonces fue obispo de Munich entre 1978 y 1981, era el teórico responsable de asignar las misiones y ordenar los traslados de los curas.
Recién el 16 de marzo pasado, luego de volver de un viaje de campamento con niños y cuando ya se había desatado el escándalo, Hullermann, que hoy tiene 62 años, fue separado de las actividades, manteniendo la condición de sacerdote; esta semana se difundieron nuevas acusaciones de abuso sexual infantil, que Hullermann habría cometido en 1998 en el sur de Alemania; así lo afirma una investigación de The New York Times.
El psiquiatra Werner Huth, quien asistió a Hullermann entre 1980 y 1992, dijo que alertó a los colegas de que este hombre para que no volviera a trabajar con niños. Según su descripción, el sacerdote era un pederasta y además no manifestaba intención de cambiar. El caso cobra mayor relevancia porque Benedicto XVI, que después sería encargado de perseguir los abusos en la Iglesia, podría haber denunciado o al menos haber evitado que el cura en cuestión, volviera a tener contacto con niños; y no ser traslado a “una escuela de niñas” y sin procedimientos pendientes contra Hullermann (según la investigación del periódico neoyorquino, firmada por Nicholas Kulish y KatrinBennhold) Lo cierto es que la tradicional de Pascua se ha visto empañada por un espectáculo público debido a la serie de escándalos sexuales protagonizado por Obispos influyentes, donde el caso de abusos sexuales en el clero tendrá que recorrer un largo y penoso camino y revelar las causas y las políticas de encubrimiento que condujeron a ella.
Joseph Ratzinger, el primer papa alemán de la historia reciente, que ha sido fuertemente cuestionado por la prensa de su país y del mundo, los ataques contra Benedicto XVI se agravan debido a que fue por 23 años el guardián de la ortodoxia, el hombre que usó por años mano de hierro y castigó durante el largo pontificado de Juan Pablo II a importantes teólogos críticos, en particular a los latinoamericanos de la Teología de la liberación.
ANNA BERMEO TURCHI
CPP 3504
The New York Times
Zenit
